LA FUNDACIÓN CULTURAL "ARCOÍRIS DEL SUR" ES UN PROYECTO QUE HA VENIDO SURGIENDO DEL CALOR DE DÍA A DÍA DE UNA DECENA DE CULTORES, CANTORES, POETAS, MÚSICOS, AGRUPACIONES CULTURALES, PROFESORES, FOTÓGRAFOS Y COMUNIDAD QUE SE HAN AVOCADO EN IMPULSAR LA REVOLUCIÓN CULTURAL.

lunes, 7 de febrero de 2011

UN LARGO VIAJE EN ARCOÍRIS

UNA CASA DONDE VIVEN MUCHAS MUÑECAS DE TRAPO Y ES BIEN BONITA.

Nos subimos sobre el caballito del arco iris y emprendimos un maravilloso viaje atraves de los sueños y en un mágico momento llegamos a una casa bien bonita donde vivían cientos de muñecas de trapos como si esa casa fuera el pequeño país de los colores, y fue que descubrimos que unas manos llenas de flores le ponían a cada muñeca un corazón de chocolate y ellas tomaban vida en un bonito ritual donde Zobeyda era el lado hermoso de las cosas.

Entonces nuestro arcoíris se detuvo en el tiempo y recorrimos todos los rincones del corazón de esa enorme casa de las pequeñas muñecas de Zobeyda y por un rayo de luz llegamos hasta los dulces secretos de Eucebia y las galanterías de un Ernesto Cardenal con cara de obrero y hasta la Manuelita coqueteaba con el joven Simón en un diminuto parque donde otras muñecas jugaban a existir.

Recorrimos la casa y nos tropezamos con la misma Zobeyda en un cuarto donde no sabíamos si era de las muñecas o de algún habitante del pequeño mundo imaginario donde los invitados llegamos después de la merienda, es que no sabíamos si aquella casa se había detenido en el tiempo o la dueña era aún una niña de la edad de la poesía sin calendario entre sus manos.

Era que aquél caserón de arroz no tenía ni un solo centímetro dedicado a la soledad, en ese sitio no había tiempo para mirar la oscuridad, todo estaba lleno de historia y de esos breves detalles que colorean las paredes vivas de la canción que se oye después que nos marchemos hacia el Sol.

Zobeyda nos llenó el corazón de semillitas de palabras y el arcoíris voló mas allá de las cosas y las vacinillas del pueblo fueron movidas por la breve brisa hacia algún sitio del recuerdo, entonces cantamos y se nos llenaron las manos de la poesía clandestina de todos esos carajos y carajas que llegaron del otro lado del paisaje para llenar a esa mujer del mismo amor con que ella crece desde si misma.

Llegamos a casa de Zobeyda convertidos en una multitud de seres que giraban alrededor de una tarde roja y pecosa como la preciosa muñeca de la sillita de madera que nos miraba como si estuviera recitando la Isis del poeta Oscar Rodriguez en una madrugada de locura.

Alejandrina Reyes con su corazón de seis cuerdas no pudo contenerse y echó al aire la voz hermosa del homenaje y a partir de entonces se hicieron mujer las canciones que cruzaron la noche de un extremo a otro del silencio y fue una vaina bien bonita sentir como Carlos Ruiz enamoraba a la noche como si el mismo fuera una velita mas en el cumpleaños de la muñequera mas hermosa del pequeño pueblo de barro que nos habíamos inventado para justificar ese corto momento de todos.

Hasta un carajito con voz de rockola nos llenó de despecho lo fresco de la llanura y lo inmenso del amor que se siente cuando se da amor como excusa para lo etílico y para lo necesario, es que la misma Zobeyda se dejó enamorar por aquél muchacho de mirada cenizosa que nos hizo hacer de coro en un improvisado vuelo nocturno de los recuerdos.

Después de las canciones hicimos un circulo de palabras y dentro de él metimos las horas necesarias de una Zobeyda mimada, consentida y amada por ese mundo de personas que le pueblan el amor y que le dan vida a la Eucebia compañera y acompañante infinita de su locura.

Los niños y niñas que formaban parte del séquito de cantautores y cantautoras secaron la humedad de la noche y entre bromas y jodederas se fueron rindiendo a los encantos de la palabra de la Zobeyda niña que hace de las muñecas la presencia permanente de la vida de estos pequeños duendes de su casa.

La noche transcurrió como la hora silvestre de la canta inusitada que recorrió a Piritu desde la desnudez de su nocturnidad hasta la tranquilidad de las muñecas que custodian la paz de Zobeyda Jimenez.

Nuestro grupo se retiró después del cansancio y aunque la noche era solo una palabra pasajera que se hizo mujer mientras cantábamos, nos llevamos con nosotros el coro de voces que nos dejó la lluvia de canciones que calló desde el corazón de todos los amigos de esta mujer que hizo del trapo un símbolo de lo indispensable. Era hora de dormir.

Allá en el museo quedaron los amigos, quedaron las guitarras chorreadas de sonidos y quedaron las palabras trasnochadas y el olor a amistad que se no se disipó con la brisa. Allá quedaron Hindú Anderi y sus muchachas de miel, Carmen Julia con su voz de ternura y el inefable Hidelfonso llenando de revolución los espacios donde antes había silencio. Quedó Nicolacito y sus franelas de papel, quedaron Tatiana y Carmen Petra. Pablo Nicolas y Carlos Ruiz y su compromiso con los 100 boleros que le debe a Zobeyda desde siempre.

Con nosotros vienen la madrugada y la mañana hermosa del regreso, vienen Alejandrina y la mandarina de Charango y ella Endrina, Jorge, Orianna, Johana y su niña Noheli desgranando a las horas fértiles del viaje. Vienen Mijares y su carga de canciones de café para despertar de amor al mediodía perezoso de su hora exacta. Vienen Mayerling, Nieves y Rosita como si llegaran encantadas de lo mágico y lo predecible de un bonito libro de cuentos para rezarlo en el momento bello de pensar.


Hasta Ricardo Bolívar se trajo un trozo de su Guarataro para dejarlo regado a lo largo de un viaje sin fin que llega hasta el principio de la palabra...¡coño Zobeyda! ¡que lindo es ser tu amigo!

Dejamos atrás los grillos y las luciérnagas y nos llevamos a Zobeyda con nosotros como si fuera un viaje de regreso hasta el próximo encuentro con ella, entonces el arcoíris encendió sus colores y ahora estamos llegando al próximo día como si los amaneceres fueran papagayos que cruzan las mañanas para llenarlas de los mismo colores de las muñecas.

jueves, 27 de enero de 2011

CANTORES TITERES PARA UNA ESCUELA DE CUMPLEAÑOS

DE CUANDO UNA ESCUELA SE HACE MAS NIÑA CON LOS AÑOS.


¡Conchale vieja escuela, estás de cumpleaños! Tus canas te hacen cada día mas joven y mas fresca a pesar de tus dolencias. Tus salones siguen abrazando el sueño de tus carajitos de siempre, de esos muchachos que crecen contigo todos los días como si fueran flores de caramelos, como si fueran los hijos del tiempo que se marchan tras la luz del Sol cada vez que le amanece la adolescencia en el corazón.

Caramba vieja amiga, las canas se te hicieron un arcoiris en este maravilloso viaje donde tus nuevos maestros y maestras son parte de la velita cincuentona con que te cantarán la brevedad del tiempo de este acto hermoso en homenaje al jardín que eres, a la niña que serás siempre.

Hoy compartimos con tus niños un momento de canciones y títeres, un momento de sueños donde tu corazón se llenó de burbujas y los muchachos te hicieron volar por la alegría de no estar sola en un momento como este de hoy, aún sabiendo que los adultos son los cómplices de esta celebración llena de la misma poesía que te hacen vivir tus habitantes todos los días hasta que se marchan con la tarde y te dejan alumbradita de recuerdos.


Mi vieja compañera de lo cotidiano, de lo necesario de existir en medio de la gente, de lo posible y de lo hermoso que es sentir que estás allí y que aún a pesar de todo, eres la vida de la comunidad y eres la comunidad con la misma sonrisa con que te quieren todos.


Ahora recuerdo que te mudan, que te llevan al otro extremo del paisaje como si fueras una señora recién casada, como si tuvieras alas nuevas y el cielo quedara al otro extremo de tus encantos, ahora recuerdo que te crecerán las esperanzas y allí también te crecerá lo mágico del amor y lo bueno de ser la misma escuela de la maestra luisa.

Y estamos seguros que tus jóvenes docentes se encontrarán con la luz de las cosas y todos juntos te harán una escuela magnifica como si estuvieras los quince años aquéllos que nunca has cumplido, aquéllos quinces años que transcurrieron en los mismos cinco segundos con que alguna vez te esperaron te hicieras realidad desde la vieja casita del cantante.

Hoy compartimos contigo y con los niños y de la biblioteca salieron los títeres para acompañarte en esta hora perfecta de tus días bonitos. Y también llegó Mijares con la magia de sus canciones y nos hizo corear a todos la locura de esas cosas que canta y cuenta como si fuera un saltimbanqui que va de ruta en ruta por el camino de deja el arcoíris después de la lluvia.

Pero también la biblioteca es tu compañera de viaje y Mayerling, Rosita, Nieves y María son las mariposas que que te pueblan de libros y de los maravillosos cuentos que te escriben los pequeños desde la aventura bonita de ser parte de la lectura de lo desconocido y de lo lindo por conocer.

Es que pareciera que aún eres la joven escuela que sube y baja todos los días por aquél viejo camino por donde bajaban los niños del cerro cuando hace poco tenías menos de cincuenta canciones cantadas a la luz de tus maestros y maestras.

Pero, cómo olvidarnos de nombrar al mas colorido de todos tus docentes?...Jorge Rondón, no sabemos si el mas querido, pero si estamos seguros que el que mas colores, aromas y sabores le deja a esos carajitos en el corazón a largo plazo.

Es que no podemos nombrarlos a todos, por falta de espacio, pero nos gustaría tocar la mano amiga del profesor Ovidio, un hombre del tamaño de sus cosas que tiene como norte llenar de flores este cumpleaños tuyo que entre una cosa y otra se parece a un festín de amor donde tu eres la reina, la señora de estas pequeñas multitudes de palabras que crecen como los arboles y se harán adultas como las tardes anaranjadas de Figueroa.

Hoy te quisimos rendir un homenaje que gracias a la cajita mágica que es la biblioteca Lorenzo Pérez, logramos sacar del sombrero este humilde presente desde la RUTA DEL ARCO IRIS de la Coordinación de Cultura del Metro de Caracas y del Colectivo Cultural ARCOÍRIS DEL SUR para que te sientas una niña de 52 años felizmente enamorada de las cosas lindas de tus hijos.

Los niños y nosotros te cantamos querida escuela, te dijimos las cosas mas lindas que te mereces, te llenamos del bullicio de siempre, de lo mas importante de tus niños, tremenduras, fue casi imposible no hacerlas y hasta los adulto no hicimos tremendos para que tu aprendas a no hacerte mas vieja, por que sabemos que aún eres una pequeña poesía en medio de un mundo posible.


Hasta el año próximo cuando tus muchachos se hagan mas niños y tu te hagas mas linda mi querida Unidad Educativa Mariano Picón Salas.